A la hora de vender una vivienda es muy recomendable dejar todo por escrito en un contrato de compraventa correctamente redactado. Disponer de un contrato de compraventa que toque todos y cada uno de los aspectos en relación a la operación puede salvarte en caso de un conflicto de intereses o problemas legales con el cliente.
Además, un contrato de compraventa de un inmueble bien redactado también puede protegerte legalmente en el caso de que haya problemas una vez ya hayas vendido la vivienda.
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Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de vender un piso es precisamente especificar en el contrato de compraventa qué es lo que se queda en el piso y qué es lo que no. Debemos aclarar que no hay ninguna normativa o ley que diga qué debe dejarse y qué no a la hora de vender un piso, por lo que todo depende de lo que acuerden ambas partes. En este artículo vamos a aclararte todas tus dudas al respecto.
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Qué debes dejar en el piso cuando lo vendes
Como hemos dicho en la introducción, en el contrato de compraventa se especificarán todas las condiciones relativas a la operación. En este caso ambas partes firmantes tienen ciertos derechos y obligaciones, y una de ellas precisamente concierne a lo que se queda en la vivienda el vendedor se lleva consigo.
Especifica claramente que es lo que incluye la venta de la vivienda
En el contrato de compraventa deberás especificar de forma muy clara qué es lo que dejas dentro de la vivienda. Todo aquello que hayas especificado en el anuncio de venta deberá ser incluido con el piso o casa.
Por ejemplo, si has anunciado la vivienda como equipada con calefacción y aire acondicionado, deberás dejar dichos elementos para el comprador. Además, no está de más especificar la marca y modelo de dichos equipamientos, para que ninguna de las dos partes se vea perjudicado por tener la sensación de no contar con toda la información disponible.
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En general, y si el anuncio no dice nada específico ni el contrato de compraventa tampoco, se considera que la vivienda incluye todos aquellos elementos fijos, como pueden ser la bañera, la grifería, las tomas eléctricas, la instalación de calefacción, el inodoro…
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Es posible negociar el precio negociando qué se queda en el piso
Puede darse la situación de que a la hora de vender el piso, quieras dejar ciertos elementos y otros quieras llevártelos contigo. En este caso puede negociarse con el comprador añadir o quitar elementos o equipamientos y así negociar el precio de venta.
Por ejemplo, puede ser que tú quieras llevarte todos los electrodomésticos de la cocina contigo, pero que el comprador de la vivienda esté interesado en disponer de una cocina totalmente equipada cuando entre a vivir en el piso o casa.
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En este caso, se trata simplemente de subir o bajar el precio dependiendo de lo que se incluye con la vivienda o lo que no. Como hemos dicho al inicio del artículo, no hay ninguna normativa que regule este aspecto, y al final se trata simplemente de que ambas partes negocien el equipamiento que incluye la vivienda que se vende.