Comprar una vivienda, sobre todo si es la primera y va a convertirse en nuestro domicilio habitual, es toda una experiencia. Para la mayoría de las familias es el gasto más elevado al que se enfrentarán en sus vidas.
Y lo normal es que nadie disponga del suficiente capital como para poder realizar el pago en mano. De ahí que sea necesario recurrir a los préstamos hipotecarios o hipotecas.
¿Te has preguntado alguna vez qué tipo de préstamos hipotecarios se pueden solicitar en España? ¿O cuál puede ser el más interesante para cada cliente? Desde Inmobiliaria Barcelona te lo contamos.
Diferentes tipos de préstamos hipotecarios en España
Podemos agrupar los tipos de préstamos hipotecarios teniendo en cuenta diversos criterios. Los más comunes son los siguientes:
En función de los intereses
Si prestamos atención a los intereses podemos hablar de tres modalidades diferentes
- Hipotecas a tipo fijo. Hoy en día son las que más les interesa vender a los bancos debido a los tipos de interés a 0 % establecidos por el Banco de España. Aunque puede que no sean las más atractivas para nuestro caso. Los préstamos hipotecarios a tipo fijo se caracterizan por mantener durante toda la vida del préstamo los mismos intereses. De este modo, aunque pagues un poco más, sabrás siempre a cuánto ascenderá la cuota año tras año.
- Las hipotecas a tipo variable. En este caso las cuotas van cambiando año tras año en el periodo de revisión que se pacta por contrato. El importe varía en función del tipo de referencia hipotecaria que se utiliza cuando se revisa. Esta referencia suele ser el Euribor. Es el modelo de hipoteca más utilizado y se basa en el sistema de amortización francés.
- Y por último las hipotecas mixtas. Las hipotecas mixtas combinan características de las de tipo fijo y las de tipo variable. Se establece un fijo pactado durante cierto periodo de tiempo y posteriormente este se sustituye por un interés variable asociado al valor de referencia que indique le banco (el cual suele ser también el Euribor).
Préstamos hipotecarios según la cuota de pago
Otro de los criterios con los que podemos determinar las características de una hipoteca son las cuotas de pago. En este caso dividiremos los tipos de préstamos en cinco:
- Hipotecas con cuota constante. Suele ser el modelo más habitual y se basa en el sistema de amortización francés. Hasta que no llega el periodo de revisión, anual o semestral, la cuota se mantiene estable. En este tipo de hipotecas el prestatario amortiza cada mes un porcentaje de intereses y otro de capital. En general los bancos blindan estos modelos con intereses muy elevados los primeros años para no perder dinero. Conforme pasa el tiempo la proporción se invierte.
- Los préstamos hipotecarios con cuotas blindadas. Aunque están dentro de las de tipo variable estas hipotecas sí mantienen el importe de sus cuotas de forma permanente. A cambio van modificando el plazo de amortización. Así, si los intereses bajan los plazos también, mientras que si suben el plazo aumentará.
- A cuota final. Este modelo se caracteriza porque gran parte de la deuda contraída al solicitar la hipoteca, aproximadamente el 30 %, se abona al final de la vida del préstamo. Este sistema, conocido como sistema americano, ofrece cuotas más relajadas pero con intereses mucho más altos. Esto se debe a que durante toda la vida del préstamo deberemos de abonar los intereses del dinero que se aplaza. Además tendremos que ahorrar lo suficiente para poder pagar ese 30 % al final.
- Con cuota creciente. En este caso la cuota crece cada año entre un 1 y 2 % al que se le suma la variación que pueda haber tras la revisión. Se basa en el sistema francés y se caracteriza por resultar mucho más económica los primeros años.